miércoles, 4 de marzo de 2009

Mamma Chine






















Me impactó muchísimo, en su día, la enseñanza de los CIAM respecto a la necesidad de reinventar cualquier disciplina artística a medida que nuevos mecanismos de producción permitan encontrar lenguajes nuevos dependientes no de las inercias heredadas, sino de la potencialidad ofertada por la nueva tecnología. Creo que los arquitectos asentimos con naturalidad a este punto de partida.
Por ello me parece imprescindible que la música generada por ordenadores suene a música generada por ordenadores, con todas sus consecuencias. Adoro las computadoras, a todos los niveles: como paradigma (y puesta en duda) de lo que llamamos inteligencia, como herramienta, como manofactura y como generador de experiencias sensoriales. Los sonidos que producen son fascinantes, y el modo en que trabajan (secuencialmente, a base de patrones numéricos, siguiendo su lógica metronómica, sin alma) tiene una potencialidad maravillosa que todavía no hemos más que empezado a investigar. Me encanta hacer música con ellos manteniendo las distancias, actuando fríamente y con el oído muy atento, disfrutando su propio lenguaje y su propia ética, que cuanto más ajena nos resulta más enriquecedora nos será. Por ello, la música que hago con ellos es tan primitiva y tan maquinal: creo que todo el audio computacional debería ser matemático y matricial, y de ello se derivan experiencias senoriales hipnóticas, espirituales y colectivas, de las que ya os he intentado hablar.
He hecho esta nueva canción, que como siempre es matemática y con sonido de lata (mi intención es que suene muy pre-windows) pero que está muy trabajada, porque me encanta hacerlo así: superponiendo patrones de 8, 9, 12, 15 y 16 pasos (lo cual es un lío) para descubrir las armonías que van apareciendo. Creo que el espíritu es muy cercano al de Steve Reich, de modo que una estructura muy rígida provoque encuentros y desencuentros imprevistos (que no aleatorios) de los sonidos. Es techno aunque me gusta mucho que haya silencios, y como ya he dicho anteriormente se trata de una construcción meramente geométrica. Quiero abrirme un myspace porque estoy seguro de que en algún lugar habrá gente que utilice el fruity de un modo similar al mío: como escuché en un documental "une musique surreal, repetitive et tribale".