viernes, 30 de mayo de 2008


«La incidencia del azar que siempre es relativo, el aplazamiento del deseo como modo de objetivizarlo, la cerebralidad como vía para moderar la pasión, la táctica del autoengaño y, desde luego, la perversión de la moral al tomarla en vano, al acudir a ella como pretexto»

miércoles, 28 de mayo de 2008

matar al padre















Alejandro de la Sota, arquitecto español.

Conocido por sus proyectos de oficinas y despachos para el régimen franquista y por casitas para familias honradas de la época, además del tejado de un colegio, se ha convertido en un referente para el academicismo arquitectónico de nuestro país y en Maestro de Maestros. Sus innumerables apologetas destacan de su obra su caracter modesto, silencioso, carente de todo exceso y vanidad, su voluntad de servicio, la precisión e inteligencia de sus detalles constructivos y las "vueltas de tuerca" que daba a asuntos aparentemente obvios a través de un modo de proyectar en el que las apariencias anodinas e incluso feas encerraban en realidad grandes reflexiones arquitectónicas, apelando siempre al espíritu y a la materia. Era un arquitecto que gustaba mucho a los arquitectos.

Sin embargo habrá quien acuse al Maestro de puritano e integrista, de una ingenuidad cercana a la memez en sus comentarios respecto a la ciudad, incluso de reprimido y neurótico, con una especie de síndrome "pasivo-agresivo" arquitectónico . Que no le perdonan sus no pocas polémicas con sus colegas. Hay quien recuerda la disconformidad unánime de algunos (incultos) usuarios de los edificos que proyectó, el modo tan gallego y "riquiño" que tenía de despachar a sus colegas con afilados aforismos aparentemente inócuos. O quien afirma lo trasnochado de esa aproximación a la arquitectura en la que prima el detalle constructivo y el "que parezca que no ha pasado un arquitecto por aquí", en una actitud respecto a su profesión basada en un laconismo cargado de vergüenza, sentimiento de culpa ante cualquier atisbo de follie y represión ante lo sensual, lo visible y lo alegre.

Decía Erich Fromm que "el impotente busca volverse omnipotente a través del control". Esta cita no tiene nada que ver con este post pero me apetecía dejarlo caer.

Yo lo único que digo es que Diós nos libre de sus seguidores: ha sido especialmente pródigo en discípulos con poca cultura y menos sensibilidad que se han aferrado al método sotiano para legitimar la incompetencia y lo aburrido de su obra. Sus seguidores odian especialmente a Santiago Calatrava, Zaha Hadid y Alberto Campo Baeza, por "flipados" y por hacer arquitectura espectáculo. Como dijo una vez un amigo, "yo me moriría de corte si fuese Raya de Blas, hiciese un proyecto que lo único que tiene es el detallito constructivo, y resultase que me entra agua y se me pudre el cerramiento".


¿Es que en arquitectura todo el mundo ha olvidado ese imperativo histórico tan legítimo y tan freudiano de Matar al padre?

martes, 27 de mayo de 2008





















En algún lugar hice un ctrl+c de este párrafo:


"
La gran distancia que existe actualmente entre la arquitectura “inmobiliaria” y “académica” prácticamente ha generando dos campos profesionales paralelos irreconciliables, lo que se ha acentuado de forma escandalosa en el boom inmobiliario que ha experimentado España los últimos años.

"

Obvio, ¿no? Pues hala arquitectos, a escoger bando.

lunes, 26 de mayo de 2008

lesbianas fumadoras
























Qué gran charm el de Patricia Highsmith. Cualquier mujer que mantenga el pelo largo pasados los 60, tiene sin duda un gran gusto.

Me gustan las arrugas de su cara, especialmente las del entrecejo, que comparto con ella. Esos surcos cincelados entre los ojos explicitan una visión grave y exigente de la vida que probablemente la hayan convertido en irritable cascarrabias.

Y de cascarrabias terminan sólamente los sabios y los románticos decepcionados.

























Pese a un doblaje penosísimo que casi destroza el visionado, me ha gustado mucho "El rayo verde" aunque quizás flojea frente a otras pelis de Eric Rohmer. He estado leyendo opiniones al respecto en los foros y sorprendentemente a mucha gente le parece una película aburrida y sin sentido; supongo que para poder disfrutarla hay que tener bastante empatía con la forma de actuar de la protagonista, una perfecta indecisa, una dudosa ejemplar, actitud que sueler resultar incomprensible e infantil a todos aquellos que váis por la vida pisando fuerte y con las cosas muy claras.
Yo sin embargo comprendo el estado de perpetuo desconcierto, deriva y desgana en el que sobrevive la protagonista. Y me emociona del film el hecho de que su soledad es retratada con una distancia carente de épica y de miserabilismo, poniendo en valor detalles aparentemente intrascendentes ( su vegetarianismo, su inexplicable impermeabilidad a los encuentros afectivos, sus contrasentidos) sin indagar culpas ni redenciones. Hay una ternura muy suave y recóndita en todo lo que hace Rohmer, o al menos su forma de hacer cine me toca sinceramente, sin amaneramientos snobs, ni pretensiones de arte y ensayo, ni estetisimos de mesa camilla en onda "twee". "El rayo verde" es la historia de una chica rara, lo cual es decir tanto como la biografía de una persona que no se encuentra a sí misma en los demás, y cuya heroicidad consiste en la fidelidad incondicional a su identidad pese a lo extenuante y poco operativo de dicha decisión, por otra parte involuntaria.
En el mercado bursátil de la vida, el arte y la ciudad, el raro siempre será para mí un valor seguro, una patología a mantener, un tesoro a salvaguardar aunque sólo sea por garantizar la biodiversidad del ecosistema.

jueves, 22 de mayo de 2008

Super Madrigal Brothers



















...y una de arena.
Sin desdecir lo dicho en el post anterior, voy a recomendaros una locura arty die-hard: un grupo llamado Super Madrigal Brothers, que graban en el peculiar sello de Momus, American Patchwork, y que me vienen como anillo al dedo para poner en valor mi forma preferida de modernidad: lo excéntrico.
Este grupo, por ejemplo, hacen versiones de madrigales barrocos mezclados con noise y música concreta utilizando cacharramen tecnológico de derribo (móviles zaspatófono, casios semipodres, radios descascarilladas...) a medio camino entre el high-art de seriedad cadavérica y la bufonada pedantona del estudiante de Bellas Artes con ganas de montarla. Una locura más o menos lograda cuyo mérito principal es haber hecho algo que (casi) nadie había hecho con anterioridad y que, al margen de que nos guste o no (¿acaso sus discos son realmente para ser escuchados?... ¿o tan sólo para ser pensados?), multiplican por mil su valor musical por el mero hecho de existir. Son excentricidades, cosas raras, nos descolocan y hacen sonreír (en privado) y sacar la mejor pose Rockdelux (en conciertos en galerías de arte), son diferentes, dadaístas, pedantes y al borde del ridículo. ¿Alguien da más?
Me gustan los modernos que se pasan de listos y que la cagan pasándose tres pueblos en su pedantería. Al igual que los Dadá, muchos conceptualistas, el sello Rephlex, los super-8 de Warhol o las pelis de Kenneth Anger, ese rollete ultra-arty un poco paleto y un poco marisabidillo es una línea artística que siempre ha estado ahí y que espero que nunca muera, porque pese a que el 95% de lo que propone termina en el baúl de las rarezas sin sentido, el 5% restante suele germinar en la vanguardia que luego será tendencia. Por el camino, seguramente se pierde lo de fiero, cavernícola y humorístico que rodea al verdadero artista excéntrico, pero siempre resulta muy gracioso, al salir de una performance de este tipo o de un disco tirando a marciano, no saber responder cuando nos preguntan si nos ha gustado, dudar entre considerarlo una payasada sin sentido, o la repanocha revolucionaria que cambiará el mundo. Sólo por hacernos sentir esa duda tan incómoda (al menos hasta que una reseña de voz legítima nos dicte la ansiada respuesta que debemos dar) ya merece la pena disfrutar de todos los pedantones del mundo. Y además ese momento de duda, en el que te preguntas "¿me gusta?, ¿lo entiendo?, ¿de qué va esto?", es seguramente lo más poético e impactante que el arte puede provocar en nosotros.

viernes, 9 de mayo de 2008

escudo antibalas






















Muy yo.


Cuando recupere algún tipo de claridad de ideas, volveré a escribir.

martes, 6 de mayo de 2008

Quiero desnudar la hpocresía de mi tío


























¿Te has preguntado alguna vez a qué edad tuvo la virgen María al niño Jesús? Es un dato que no se suele dar.

Pues... lo cierto es que según los evangelios tenía solamente 13 años.


Mira, ya que estamos en plan sincero, te diré que lo de interesante que puedas tener, es tanto como pueda tenerlo yo, ni un pelo más.