viernes, 31 de octubre de 2008

¿Situacionismo o kitsch?


























































































































































Llevo un tiempo buscando referencias al comunismo en el mundo del porno, que suele ser un barómetro bastante fiable del inconsciente colectivo, pero sea por pudor (lo dudo) o por desinterés, apenas hay nada. Hay mucha pornografía de estética literalmente nazi, pero el marxismo parece poco inspirador de sueños lúbricos. Lo que sí que hay es un montón de estampitas presuntamente epatantes que utilizan la iconografía rojeras para mensajes supuestamente provocadores, pero a estas alturas uno ya no sabe distinguir el grano de la paja.
¿Algún sociólogo capacitado para redactarme un tratado al respecto? Para amistad y lo que surja...

difuntos


El cristianismo, siempre tan entrañable y centrado en "the bright side of life", tiene alguna que otra fiesta lúgubre que menos mal que las vivimos con sorna, porque de otro modo terminaríamos todos adictos al prozac. ¿Pasarse el sábado rezando en el camposanto? Niet!!

En cualquier caso, feliz día de difuntos y que paséis mucho miedito.

jueves, 30 de octubre de 2008

miércoles, 29 de octubre de 2008

partyhard



















Queridísmos thirtysomethings, aparezco fugazmente de nuevo por la bitácora para anunciaros a bombo y platillo la convocatoria de una buena fiestaca en nuestro piso este sábado, a la que estáis tod@s invitados, puesto que ya sabéis que las fiestacas marca de la casa gustan de ser de puertas abiertas y personajes pintorescos. En un principio la fecha iba a ser Halloween, pero los 3 solterones desastrosos que somos nos equivocamos al mirar el calendario. La intención de otro de los convocantes es instalar atrezzo gótico e instaros a que aparezcáis travestidos con atuendos de peli de terror, pero la idea de una fiesta de Halloween justo al día siguiente de Halloween se me hace excesivamente bizarra, incluso para mí. En cualquier caso, si queréis aparecer disfrazadillos, bienvenido sea.
Espero que os animéis a venir, y a poder ser avisad unas horas antes para confirmar asistencia (podéis hacerlo a través del blog, que ya admite firmas anónimas). Podemos pasarlo bien, Jorge se encarga de suministrar muchachada y a mí me toca llevar thirtysomethings, así que no nos falléis, porque tal y como va nuestro hiperacelerado ritmo de crecimiento (y/o envejecimiento) y viendo nuestra paulatina pérdida de marcha, puede ser de las últimas fiestonas bruttas que convoque. Animaos chic@s, reitero que está todo el mundo invitado.
Sábado 1, sobre las 23 en calle Disciplina.

domingo, 26 de octubre de 2008





















joer qué mal aspecto se le está poniendo al Mulero, va a terminar fatal.

viernes, 24 de octubre de 2008

Lo real...

...alguna vez lo encontraremos???


"
Al igual que Foucault, la teoría queer considera que el conocimiento nunca es neutral ("no es nunca una mera descripción de la realidad", puntualizó Beatriz Preciado) y que los procesos de producción, organización y transmisión del saber siempre están condicionados por una serie de paradigmas cognitivos y factores contextuales que determinan, por ejemplo, qué elementos y fenómenos deben ser analizados, cómo se deben realizar esos análisis o quiénes son los sujetos que tienen que hacerlo. A su vez, los teóricos queer cuestionan la idea de que existe una especie de jerarquía natural de los saberes, de forma que el conocimiento científico (sobre todo el ligado a las ciencias puras) tiene una relación más directa con la verdad y con lo real que los demás tipos de conocimientos. Para estos autores, los discursos científicos no son en sí mismo más objetivos y válidos que los demás, pues sus enunciados están también condicionados por un conjunto de (pre)juicios históricos y culturales. En este sentido, consideran que estos discursos deben concebirse siempre como "ficciones políticas".

Si se hace una interpretación literal de este razonamiento, se puede caer en un relativismo posmoderno que justifique una ética del "todo vale". Pero para la teoría queer, el hecho de que los discursos científicos sean "ficciones", no implica que no estén relacionados con lo real y con la verdad. "Lo que ocurre", precisó Beatriz Preciado, "es que no es una relación ontológica, sino performativa". O dicho con otras palabras, todo saber -incluido, por supuesto, el científico- genera una serie de construcciones discursivas (de ficciones) que tienen el poder, o al menos la voluntad, de producir las realidades -las "verdades"- que enuncian y/o describen (que no serían, por tanto, realidades/verdades ontológicas, sino culturales). No es, en todo caso, una producción directa sino, utilizando la terminología de J.L. Austin, "perlocucionaria", pues estas construcciones discursivas funcionan como contratos o promesas que no tienen un efecto inmediato y que, a menudo, ni siquiera llegan a materializarse (es decir, a producir la realidad que enuncian y/o describen), un "margen de error" que, según Preciado, permite que emerjan espacios de disidencia desde los que se pueden poner en marcha procesos de inversión/subversión performativa. Procesos como los que está desarrollando el movimiento queer que ha desplegado un conjunto de operaciones analíticas que han posibilitado desbordar la noción de género y cuestionar el supuesto origen biológico (es decir, pre-discursivo) de la diferencia sexual.

Desde la premisa de que cualquier discurso (científico, literario, psicoanalítico...) es una "ficción política", la teoría queer está realizando una relectura de las retóricas a través de las cuales se ha construido el sujeto moderno. Con este propósito, el encuentro Crítica queer. Narrativas disidentes e invención de subjetividad ha intentado explorar "las fracturas y las líneas de fuga abiertas en el tejido de la producción textual por las narrativas disidentes". Todo ello partiendo de la idea de que la escritura es tanto unas de las principales herramientas normativas para la creación de las identidades sexuales, de género, raciales y de clases, "como un posible espacio de resistencia y subversión en el que, trabajando las brechas existentes en el lenguaje dominante, inventar nuevos sujetos políticos".

"

( Del e-zine Unia. Comcretamente aquí)

miércoles, 22 de octubre de 2008

Chicos: todo el mundo a desear

Creo que ya he comentado en algún post que ando bastante pillado con el rollito humanístico-cinetífico de "Redes" y similares, y acostumbro a ver cada noche algún programita o documental al respecto. Soy de los que creen que en realidad nos buscamos la vida buscando algo parecido a "Dios", y tal y como está el patio de la tardomodernidad, los más convincentes en esa frivolité son los cinetíficos: cuando oyes a un físico teórico explicar esos descubrimientos lisérgicos sobre la naturaleza de la materia (básicamente: hoy sabemos que los átomos, la materia, no son objetos, sino algo muy parecido a únicamente información; ¿no os parece un cambio de paradigma bastante potente?) te das cuenta de que esta gente está llegando a sitios que encajan perfectamente con ciertas filosofías clásicas.
El problema es cuando entran los americanos en escena, y adaptan ese conocimiento científico a la disciplina cultural más típicamente yanky: la autoayuda. Que el estadounidense medio es un ser inculto, fácilmente manipulable, sensiblero, analfabeto y hortera es una realidad más que contrastada, pero cuando uno se encuentra en la carpeta Incoming una m-e-m-e-z del calibre de "El secreto" (la biblia audiovisual de la autoayuda new age para neocons de última generación) uno ya no sabe si sentir vergüenza, desprecio, risa o miedo. Es una película que hay que ver para creer, porque se trata de un impagable muestrario de religiosidad kitsch para mentes débiles y asustadas, que discurre como un ilustrativo muestrario de lo que en yankylandia se consideran "gurús espirituales": el viejecito de aspecto tierno que suelta aforismos de sabio anciano, el negro guaperas que demuestra que la espiritualidad te saca del gueto, científicos atolondrados y torpones de aspecto einsteniano, mamás white trash que han visto la luz, y por supuesto el gran arquetipo del pater familiae americano: el empresario millonario gracias a la confianza en sí mismo.
Lo primero que llama la atención en esta empanada buenrollista es la meridiana claridad y falta de pudor con la que se dirigen al espectador: sin cortarse un pelo, empiezan diciéndote que de lo que trata este método es de garantizar la felicidad, y por tanto, lo primero es hacerse millonario, con frases tan sutiles como "soy feliz porque vivo en una casa de 4 millones de dólares" (literal). El principio cutre-científico en el que se basa es un secreto transhistórico que hipotéticamente habría pasado de mano en mano entre los más grandes oligarcas de cada período, algo así como un Santo Grial de la espiritualidad, y con pompa newage se llama "la ley de la atracción" : viene a decir que si deseas suficientemente algo, lo obtendrás sin duda. ¿Que quieres una casa enorme? Pues cierras los ojos, te convences de que la deseas de verdad de verdad DE VERDAD, y en un plazo cósmicamente reducido dicha posesión será tuya. Todo ello argumentado (daquela maneira) por la citada pléyade de engañabobos a la americana, e ilustrada con esas imágenes tipo teletienda en la que alguien cambia del blanco y negro al technicolor a base de utilizar la susodicha ley de la atracción.
La película en sí es apreciable por lo torpe, ingénuo y mamarracho de sus falacias, y por lo graciosa que resulta tal acumulación de delirios a lo "Cuarto milenio para emprendedores creativos". Pero me ha inquietado, entre carcajada y carcajada, la sórdida y vulgar consecuencia de toda esta pantomima: es la cristalización en forma de manual espiritualista de uno de los cimientos de nuestra cultura capitalista: la salvación a través del deseo. Con falta de tacto se convence a la gente de que la plenitud se alcanza a través de la posesión, y para lograr esta el paso omnipotente es fortalecer hasta la obsesión el deseo.
Vaya. Justo lo que nos hacía faltaba oír: que no deseamos lo suficiente, y de ahí la mediocridad de nuestras vidas sin dinero. Nos hace falta desear, desear tanto como seamos capaces, transformar nuestra voluntad en puro deseo, rendirnos ante nuestro capricho y frotalecerlo hasta lo insoportable. Es, de este modo y con gran éxito (el film ha sido todo un boom en América, y aquí ya empieza a sonar fuerte en los suplementos dominicales) una peculiar mutación de los presupuestos del neoliberalismo (el consumo como pilar de la sociedad, las posesiones como armas de realización, el individualismo, la trascendencia a través de los objetos...) en una especie de seudoreligión, pésimamente argumentada, pero con capacidad más que suficiente para seducir a los millones de gañanérrimos que desean y vuelven a desear... en su shopping mall, en los escaparates, los gabinetes de psicoanálisis y los teléfonos de videntes televisivos. Se me hace triste y sórdido, y un tanto escabroso.
Si podéis, echadle un vistazo, e intentad que las inevitables carcajadas no os alejen de una mirada crítica, porque uno de los errores de los modernitos es el de reírnos de muchas cosas apelando a lo kitsch, legitimando de este modo atropellos cuya gracia última es francamente tenebrosa.

Breves apuntes sobre la disolución del Yo





















Bueno gentuza, de lo que hoy se trata es de compartir con vosotros una experiencia de mística prosopoética de clase media finisecular de reinvención personal. Para variar, vamos. Una obrita de arte que en mí (como en mucha otra gente que, como yo, tenía los oídos pegados a la radio la noche del 3 de abril del 98) funcionó como pistoletazo de salida de una nueva manera de pensar, sentir y vivir la música: esta sesión de Oscar Mulero en Radio 3.
Supongo que todos estamos de acuerdo en que hay momentos en la historia del arte que, independientemente del gusto personal, tienen una potencia y trascendencia tales que reinventan por completo la idea previa de Arte que hasta ese momento se tenía. Vanguardias al margen, mi obra favorita en ese sentido es y será por siempre las Meninas, cuyo impacto hubo de ser tal que por fuerza transformó al espectador de su tiempo. Ese cuadro se inventó un hombre nuevo, una nueva manera de contemplar y habitar el mundo, puso encima de la mesa una nueva subjetividad y todo lo anterior fue, de repente, historia. Un pintor de esa época no podía seguir pintando como si "Las meninas" no hubiese existido, para bien o para mal esa pintura era un cambio y una pérdida de ingenuidad tales, que los asuntos principales del Arte de repente fueron muy otros: el cuadro de Velázquez no era expresión de su subjetividad, sino una reinvención del papel de toda subjetividad. Bien. Pues en mi opinión, el único momento de ese calibre que ha vivido nuestra generación fue cuando el proletariado adolescente de los 90 se apropió de la vanguardia musical académica de la segunda mitad del siglo XX, la filtró por los ordenadores, y dijo "vamos a hacer con esto algo muy divertido". De repente, lo que en manos de los dodecafónicos, de los minimalistas, los músicos concretos y los electroacústicos eran ejercicios académicos de "rata de biblioteca" para cerebros privilegiados y oídos curtidos, estaba en la calle, en manos de la gente, de manera anónima, cobró vida, se transformó en folklore. Con todos mis respetos a Stereolab, el auténtico "John Cage Bubblegum" es el de Mulero. Quizás por eso al final el techno no logró convencer a la clase media: sólo funciona o bien con élites intelectuales, o con proletariado periférico que lo disfruta automáticmente y sin coartadas artísticas. (Nota a pie de página: mi creciente desprecio por las clases medias reafirma mi amor por esta música y su naturaleza primigenia revolucionaria).
Cuando descubrí el techno, me dí cuenta de que lo que ponía encima de la mesa (el caracter eminentemente físico de la música, la necesidad de una expresividad colectiva y no individual al modo pop, la obligación histórica de utilizar como herramienta expresiva algo tan cotidiano como los PCs, la abstracción como modo de escapar a las trampas del Yo) ya no había marcha atrás, allí estaba el verdadero eje central de la cultura juvenil de nuestro tiempo. Y no en Los Planetas. En miles de chavales españoles y europeos, sirvió para descubrir una sensibilidad nueva para un hombre nuevo, y desde esa óptica me parece infinitamente más trascendente que cualquier absurda exposición en el CGAC o la Tate.
En resumen, creo que la verdadera revolución del techno, en términos psicoanalíticos, es que no es la música del Yo, sino del inconsciente, apela a otra parte de tu espíritu,a algo anterior y superior a tu ego. Ya lo dice el título de un clásico de Regis : "Scape from yourself". Y ese surrealismo ready-made situacionista (toma ya) es el mayor ejemplo histórico reciente de arte parcipitativo y no individual (el hip-hop está pervertido por las letras, que siempre apelan al individuo y el yo consciente, y por tanto a la exclavitud). Yves Saint Laurent puede hacer una colección de inspiración dadá o Dior recuperar la estética del rock, pero ninguno de ellos podrá hacer nunca una colección de inspiración techno porque el techno, en su pluraridad, no tiene una estética.
Pero dejémonos de sermones y volvamos a esta sesión, que en España fue toda una pequeña revolución subterranea. Por aquella época, lo que escuchábamos los modernos era electrónica confortable y más o menos melódica en la onda de Daft Punk o el filtered house, mientras entre la clase trabajadora triunfaba el rollete valenciano-holandés de bruterío hortera carente de intención, con subidones y cantaditas. De repente, aparecía este señor que pinchaba música muy muy fuerte pero con una particularidad muy significativa: sus sesiones eran completamente planas. Ahí no había ni subidones, ni atisbos de melodía, ni apenas variaciones, y poco más que percusión y "sonidos encontrados" repetidos y secuenciados, sin apenas intención armónica: era algo muy seco, muy vacío, aburrido, no invitaba a escucharlo, no era nada que se pudiese considerar "canciones". Pero de repente, escuchándolo apreciabas una narratividad, el hecho de que cada tema cobraba sentido solamente en relación al anterior y al posterior, perdiendo su identidad en aras de un ente superior que era la sesión completa. Escuchar techno era un cambio de chip completo, porque del mismo modo que en un film una escena no tiene sentido más que como parte de un todo, esa música que parecía tan aburrida e inerte, cobraba una nueva dimensión si se escuchaba la sesión en su totalidad. Casi nadie hacía el esfuerzo de escuchar las sesiones enteras, pero los que lo hacíamos salíamos transformados de la experiencia. Escuchar música hecha con loops no es algo nuevo (minimalistas fumetas los ha habido siempre: Terry Riley, Tony Conrad, Lamonte Young...) pero exprimir su capacidad física y catárquica como letanía liberadora puede interpretarse como arma revolucionaria (por su capacidad de despertar una subjetividad inconsciente y libre de toda injerencia socialmente impuesta) o como una payasada alienante (el techno es a fín de cuentas arte de drogadictos, que en última instancia son los grandes disidentes de la cosntrucción colectiva de lo real que construye el sistema). Mulero, según se comenta en los foros del ramo, es heroinómano, pese a que ésta es aparentemente la droga más alejada del techno. La mejor definición que he leído al respecto, es que la electrónica de baile hay que escucharla con el cuerpo, si bien esto hay que matizarlo porque a poco que uno se pare a apreciar sus matices y sutilezas podrá sin duda establecer un punto de vista dialéctico y hasta discursivo (que es la especialidad de la cas :-) ).
Por otra parte, cuando esto estalló nadie sabía de quién era cada tema, y eso resultaba tremendamente estimulante porque en este juego no entran las individualidades, si acaso la única es la del DJ,ya que a fín de cuentas cada uno era de su padre y de su madre. Lo que hace de Mulero el mejor del mundo es su tremebunda pureza, siendo aparentemente el más aburido: lo único que pincha este hombre es techno despojado de frivolidades o concesiones, sin ninguna búsqueda ni de comodidad ni de incomodidad, respetando su naturaleza abstracta. Y cuando digo el mejor del mundo lo digo con conocimiento de causa, y de hecho estoy seguro de que en Alemania están que trinan al saber que aquí en España tenemos al más depurado dj de techno de todos los tiempos: su estilo es el más seco y riguroso, el menos efectista, el único capaz de conseguir una tensión extrema utilizando un material gélido y sulfúrico.
El techno parte de la premisa (muy John Cage) de acercar el oído a una máquina secuencial y sorprenderse de la belleza de los sonidos que emite y la naturaleza rítmica de cualquier secuencialidad. De hecho, los que no estéis acostumbrados a este tipo de música y no sepáis cómo hay que escucharla (quizás el error es hacerlo como quien se acerca buscando lo mismo que ofrece el rock,) debéis escuchar ante todo sonidos y ritmos, y participar del estado de ánimo (inconsciente) que proporcionan, sin plusvalías emocionales de ningún tipo. La emoción es la que tú proyectes en la música, como en el arte abstracto, o la que encuentres espontaneamente, o la que... bueno, como demonios sea que funcionan estas cosas. Pero de lo que se trata ante todo es de una búsqueda de la belleza, de ese tipo de belleza que no tiene explicación pero que por el motivo que sea, y el cuerpo es emperador, funciona.
Todo esto empezó,para algunos de nosotros, el 3 de Abril del 98 cuando escuchamos en el programa de Sonia Briz esta sesión de Mulero. Todavía conservo el cassette en el que la grabé aquella noche, como algunas otras de esa época que igualemente sirvieron para introducirnos en cosas aparentemente más complejas pero que en el fondo son exactamente lo mismo: el ruidismo, los sonidos encontrados, Steve Reich, John Cage, la música concreta, el futurismo, el "arte en la calle", la participación ciudadana, el I-Ching, la vanguardia para la clase trabajadora, el do it yourself, la posmodernidad, la disolución del yo.

jueves, 16 de octubre de 2008

Stereolab, Pontevedra 21 noviembre



















"Sublimar" es un término que en el psicoanálisis clásico identifica el proceso mediante el cual la mente reprimida desvía una parte de su interés, su tiempo y energía desde el orden de lo sexual a cualquier otro ámbito de la vida. La ciencia, el arte e incluso el amor serían según esta explicación un método autoinducido mediante el cual el ser humano palia la ansiedad generada por sus impulsos sexuales para no verse en conflicto con su conciencia, que le impide vivir en libertad sus deseos.
Por otro lado, "Neurosis" es una patología en la cual el grado de represión es tal que el individuo ni siquiera consigue autoengañarse con la sublimación, y vive en un perpetuo bucle de sufrimiento tibio pero sostenido. Etimológicamente, el neurótico es el hombre que sufre más allá de lo soportable: en su caso, la neurosis es lo único capaz de garantizar un cierto grado de cordura. Es una persona que se oculta a sí misma la verdadera naturaleza de su tristeza, porque de traerla al plano de lo consciente, le resultaría imposible vivir. Pero esto está explicado mucho mejor aquí. Digo esto, porque tras tanto tiempo en silencio y meditando, he llegado a la revelacioón cósmica de que estamos todos como putas cabras.
Respecto a "lo mío", he de decir que estoy espezando a estar supercómodo en mi soltería, y sin ganas de aguantar las trampas de l´amour . Este año he intentado mantenerme en un discreto segundo plano intentar gestionar como he podido el tema de mi compleja y azarosa separación, que ha sido para mí mucho más trágica y dura de lo que pensáis, pero que me ha sido utilísima para conocerme mucho mejor a mí y a los que me rodean, a superar mi neurosis y a tener mucho más claro quién es quién. De hecho, en estos momentos todo lo del psiconálisis me parece un juguetito intelectual medianamente sofisticado, si lo comparamos con la otra disciplina que me está seduciendo últimamente: la mecánica cuántica, de la que hay abundante videografía en el emule, y que os recomiendo investiguéis porque sus consecuencias en la interpretación que hacemos de lo real y lo subjetivo son abrasivas.
Continuando con el tema soltería, me he abierto unos cuantos perfiles en páginas de ligoteo virtual, y la verdad es que es un tema que da para unos cuantos posts de esos graciosos con los que me desmarco de vez en cuanto, así que estad atentos porque hay mucha telita que cortar y mucha posmodernidad sexuarl ectoplasmática en el mundo del ciberamor. En los próximos días os relataré mis cataclísmicas experiencias en ese mundillo.
Para celebrar mi reentré en las redes sociales, he seleccionado unos cuantos youtubes musicales en la vana voluntad de convenceros de que dejéis de una puñetera vez de escuchar pop-rock emocional y le déis oportunidad a la música musical. Reconozco que me paso con el tema del techno, que seguramente no de para tanto, pero... es mi mayor sublimación en estos momentos. He proyectado en el toda mi subjetividad y me ha devuelto los mejores momentos de estos meses, y nunca me cansaré de repetir que en pleno 2008 ya no es sostenible ese tipo de música (ególatra, individualista y retrógrada) del tipo "yo y mis desamores" que tanto prestigio sigue teniendo entre los arquitectos. Dadle una oportunidad a esto:

Nathan Fake - The Sky Was Pink( James Holden Remix )

Porque este fin de semana es el 981 y el minimal es la música más bella de hoy en día, cuando está hecha con sentidiño. Me muero de ganas de que llegue el sábado y escuchar un montón de buenos temas, aunque la sesión de Andrew Wheatherall del año pasado (seguramente la mejor que he escuchado nunca) es muy difícil de superar.

Pan Sonic - Urania (Disturbed Schizzo version)

Arquitectos, poneos a la altura de la contemporaneidad de una puta vez

Monolake - Ionized

Maurizio - M4

Maurizio - M 7

Maurizio - M 4.5 (a-side)

Maurizio - M 6 (b-side)

Maurizio - M06a1
Maurizio siguen siendo mi grupo de techno favorito y espero que escuchés la belleza de estas canciones, de las cuales el 4.5 me parece la canción alemana más bonita de los últimos 20 años.

British Murder Boys Documentary
Impagable entrevista ilustrativa de quiénes son Anthony Childs y Karl O´Connor, mis grandes ídolos.

Surgeon meets Vice - The Point
Esto es lo que sonó durante años en las mejores casas okupadas de Europa

Spacemen 3 Interview - Sonic Boom and Jason Pierce
Otros dos grandes, leyendas vivas y colocadas

Sunn O))) - It took the night to believe
¿Metal extremo repetitivo, ambiental y minimalista? Chicos: todo está inventado

STEVE REICH Piano Phase accompanied with Choreography Pt.1/2
Flipad no solo con la canción, sino con la virguería de la sombra central, que expresa de modo deslumbrante la intención de Reich en este temazo.

Steve Reich - Violin phase
Otro escalofrío

John Cage - Water Walk
Valentía, audacia y subversión es lo que tenía este tío, y no J ni Floren

Iannis Xenakis - Psappha
Este menda trabajó con Le Corbusier, pero eso me importa un pepino: sus temas percutivos te dejan con la boca abierta

Cielo MTV-FIB entrevista-cielo no futuro
Genio y figura hasta la...ejem...sepultura

Silvania solineide 1992.imagenes en super 8

Víctor tiene este vinilo y algún día se lo robaré: quizás él y yo éramos los únicos flipados con el Shoegazing en España en 1992. Tuvimos mucha suerte de habernos conocido.

Suicide - Ghost Rider

ObsCuruM-InQuisiTion TecHnoloGy

Aphex Twin - Milkman

AFX - Analord 9. 02
Mi canción bailable favorita de Rich James

Autechre - Gant Graf
Termino con un clasicazo que muchos ya tenéis controlado, en honor al mejor grupo de nuestra generación.