jueves, 26 de junio de 2008

vida invivible en hogares confortables


















Ken Loach: Bueno chicos, si algo tenemos en común los aquí presentes es que somos gente de nuestro tiempo, concienciada y revolucionaria. Nuestro arte no mira hacia otro lado, ni es escapista como el burgués, miramos la realidad a los ojos y mostramos lo que vemos.
Fernando León de Aranoa:
Ahí has hablado, Ken. Al menos, y con la modestia que me caracteriza, me veo como un poeta de los desfavorecidos. Muestro el lado chungo de esta sociedad podrida, con toda la crudeza, para que la gente despierte y sea consciente de lo que está pasando realmente.
Ken Loach
: "Cine de denuncia", dicen. Yo prefiero decir "cine de barricada", muy kañero, ¡hay que dar voz a los que tienen la boca tapada!
Reiner Weiner Fassbinder
: Todo eso me puede parecer bien, pero en mi caso hay una búsqueda estética y psicológica que no reconozco en vuestras pelis, que me parecen formalmente muy conservadoras y que paradójicamente utilizan los códigos y mecanismos del cine más convencional.
K.L.:
Es que para llegar a la gente hay que utilizar un lenguaje que reconozcan y comprendan, de otro modo sería un discurso elitista y excluyente. En mi caso, el cine es ante todo un vehículo en el que dar a conocer una idea, un discurso.
R.W.F.:
Opino que es muy ingenuo desligar estética y moral, discurso y significante. Usar un lenguaje vulgar, obvio, consensuado, no puede ser revolucionario, porque la sensibilidad estética nunca puede desvincularse del hábitat sociocultural que la ha alumbrado. Hace ya cien años que eso está clarísimo, las vanguardias se dieron cuenta de que una sociedad nueva alumbrará sin duda un arte nuevo, que utilizará un lenguaje nuevo. El cambio social pasa, creo yo, por un cambio de sensibilidad. Lo vuestro es más de lo mismo. Con todo mi respeto, oye.
K.L.:
¿Y la estética de barriobajo kitsch que usas tú te parece revolucionaria? El aspecto de muchas de tus películas es el de culebrón cutre, de dramón de los años 40.
R.W.F.:
Es que yo no soy un revolucionario, lo mío va de otro palo, en mi cine los personajes construyen sus vidas, condicionados por el entorno, pero intento mostrar que al final cada uno es el mayor culpable de lo que le pasa. Y formalmente, la referencia a la narrativa clásica parte de mecanismos casi surrealistas, como pueda ser el hacer un dramón a lo Douglas Sirk protagonizado por un marica medio mongui, o versionar un libro de Jean Genet con estética de anuncio de perfumes. La Alemania que retrato funciona ante todo como alegoría, no pretendo ser Wim Wenders (con esa ansiedad por captar lo real, desde el ensimismamiento), más bien trabajo con una idea romántica de Alemania construída con arquetipos literarios como los cabarets, los guetos de entreguerras, la ciudad industrial imaginaria, los diálogos brechtianos…
F.L.A.:
Yo personalmente busco emocionar con mis películas, la emoción es lo principal, intento mostrar que por encima de los políticos están las personas, y éstas sufren por lo que la sociedad espera de ellos.
R.W.F.:
Pues a mí lo que hacéis no me parece muy inteligente ni muy penetrante, que digamos. En el caso de Ken, los personajes funcionan como "héroes" o "villanos" en función de su ideología, la cual eligen libremente partiendo de su bondad o maldad innatas. El "status quo maligno" no se trata de analizar, ni explicar cómo ni por qué se producen ciertas injusticias: simplemente, pareces decir, porque unos son malos y tienen pistolas, y los otros buenos y no tienen donde caerse muertos.
K.L.:
¿Acaso el mundo no funciona así? Fernando, defiéndeme un poco, anda, que para eso siempre me has copiado!
F.L.A.:
Tristemente, los malos son los que mandan, porque el ansia de poder es exclusiva de las mentes abyectas. Las gentes buenas tan sólo quieren vivir en paz y con amor. Claro, luego las desigualdades sociales hacen que esa gente, que en el fondo es buena, se comporte como capullos. En mi cine, por ejemplo, se explica que el racismo o la insolidaridad entre las clases bajas se debe a situaciones de miedo a quedarse sin trabajo y sin hogar. Los rufianes, los zampabollos, son los ricos.
R.W.F.:
Ya. En vuestras pelis los pobres son siempre buenos, lo que pasa es que puntualmente se pueden convertir en capullos a causa de la presión ambiental. ¡Eso es una chorrada! Paradójicamente estáis relacionando dinero y moral: el poder corrompe, el dinero corrompe. ¿Entonces por qué ha de estar mejor repartido? ¿Acaso creeéis que todo el mundo debe convertirse en un mamón? Según vuestro discurso, el héroe lo es únicamente por lo que no tiene, cuando en el fondo envidia al poderoso y quiere suplantarlo. Esa disconformidad con el sistema y la lucha por cambiarlo sirve para explicar a Ché Guevara...pero tambien a Hitler o a Franco.
K.L.:
Efectivamente. La diferencia es que, para mí, el Ché es un héroe, y Hitler un villano. Punto.
F.L.A.:
De todos modos, yo no considero que lo que hago sea propaganda política. Soy un tío de la calle, muy humano, estoy más por el rollo de las personas desfavorecidas, denunciar todo lo chungo y buscar buen rollo para todos.
R.W.F.:
En ambos casos, lo que hacéis es más cercano a Spielberg que a Leni Riefenstahl, y no lo digo como piropo precisamente. Vuestro cine es una americanada, y seguramente el mío tambien.
F.L.A.:
Ya, lo que pasa es que tú eres guay, ¿no sabes?, eres guay porque estás muerto y eres gay y hacías cine de culto y Almodóvar te fusila todo en plan cutre. Así no vale.
videosguarrosgratis.blogspot.com
: No me gustaría terminar esta charla sin haceros alguna preguntilla. Fernando, ¿qué se siente al haber dirigido la peor película europea de todos los tiempos? Me refiero a "Princesas". Gente con criterio me ha dicho que "Familia" está muy bien, pero no la he visto, en cambio Princesas, ya te digo, me pareció bochornosa.
F.L.A.:
¿No te gustó? Vaya me entristece oír eso. Pretendía describir la situación de las grandes olvidadas de la sociedad, las prostitutas.
V.G.G.:
Me puse colorado viéndola, de lo mala que me pareció. Vergüenza ajena, es una ñoñería y una falacia, un film pijísimo y delirante. Ni siquiera hay que parodiarlo, es una parodia en sí misma. La tesis final de esa peli es: una prostituta no puede ser feliz, porque la sociedad le impide vivir como una burguesa. Hay diálogos increíbles, como la discusión entre la lumi protagonista y el vigilante jurado del aeropuerto. Tengo que decirte, Fernando, que seguramente eres un buen tío, pero eres muy tonto.
A tí, Reiner Weiner, quería preguntarte por qué en "La ley del más fuerte" todo resulta tan previsible, tan forzado y tendencioso. Todos los acontecimientos del film parecen tener sentido únicamente en la medida en que van empujando al obvio desenlace. Lo mismo se puede decir de casi todas tus películas. Bueno, mejor dicho, de TODAS tus películas.

R.W.F.:
Supongo que ese es el mecanismo arquetípico de la tragedia clásica y el melodrama canónico: por destino cósmico, torpeza de los protagonistas y un poco de injusticia social, todo termina siempre en el peor de los escenarios. Es ley de vida, soy pesimista, yo cuando hacía una peli, si no moría nadie no me quedaba tranquilo. Pero me gustaría dejar claro que, a diferencia de lo que hacen estos dos, en mi cine las personas son individuos y no simplemente “vehículos de desigualdades sociales”. Lo que no entiendo es por qué me has metido en una conversación con estos dos pringados.
V.G.G:
Tío, esta es la web 2.0, tengo mis prerrogativas! Además, lo que sucede es que anteayer me ví una de tus pelis y me pareció de una ingenuidad tremenda, el final por ejemplo es casi sonrojante, sin embargo me pareció muy valiente y vital. Creo que todos los fallos en tus películas se deben a que hacías todo con muchísima ansiedad, es algo que trasmite cada plano, la ansiedad, y ese es un sentimiento que conozco muy bien, lo de la vida invivible en hogares confortables, que es justo lo contrario de lo que hacen Ken y Fernando. Pero tranquilo, que ya tengo pensada una charla entre tú y Brendan Fraser, que es un actor que me encanta, y que le da cien patadas a estos dos mamarrachos.
R.W.F: ¡
Eso suena bien! Tengo ganas de charlar con Brendan, me encantó en “El hombre de California” y en “La momia”.
V.G.G.:
Además, voy a invitar también a Russ Meyer, que últimamente me tiene fascinado. Hasta ese post, entonces, feliz descanso,.