Mike Salvini es el gran gurú del P.E. o "penis enlargement", que es un tema muy difundido en internet y que básicamente consiste en el estudio de los procesos y métodos que favorecen el agrandamiento del pene. Mike era el prototípico outcast (paranoico, agorafóbico, politoxicomaníaco, obsesivo-compulsivo) hasta que decidió dedicar el encierro autoimpuesto en el que había pasado media vida a encontrar el modo de aumentar el tamaño de su miembro.
Gracias a unos ejercicios de supuesto origen árabe (hay quien afirma que en realidad fueron inventados por el propio Salvini) el personaje en cuestión consiguió doblar la longitud de su miembro hasta los ventimuchos centímetros, tras pasar, según su propio testimonio, más de 8 horas al día realizando dichos ejercicios naturales. En base a su experiencia montó la web mattersofsize.com, en la que vende su método a los interesados y se ofrece como coach personalizado para los que quieran un entrenamiento más optimizado.
Hasta ahora los métodos de alargamiento de pene más habituales eran las bombas de vacío y los dispositivos de tracción tipo Andropenis o Jes-extender, junto a otros menos fiables como las operaciones quirúrgicas o pastillas con hormonas, pero desde que los ejercicios de Mike Salvini salieron a la luz, la mayoría de los interesados afirman que es el único método verdaderamente efectivo. Hay documentales en los que freaks del P.E. narran sus extrañas historias de obsesión y delirio. Todos ellos resultan gente acomplejada, extraña, vanidosa y a la deriva. Uno de ellos, MisterMark, tuneó su pene con silicona hasta hacerlo inútil para el sexo (creo que su web se llamaba extremecock.com, pero no sé si sigue activa) y en foros como newart.com o tigerpumping.com podéis encontrar las monstruosidades en que han convertido sus penes los aficionados a este tipo de prácticas. Lo más curioso de ese mundillo es el hecho de que sus practicantes no tienen interés por el sexo, su único afán es agrandar sus penes como medio de autoafirmación y promoción social: casi todos terminan por ser impotentes tras someter sus sexos a prácticas completamente insanas.
Mike Salvini y sus pupilos ejemplifican una visión de la sexualidad tremendamente tortuosa y penitente: su fetichismo llevado al extremo les ha hecho renunciar a tener una vida sexual a cambio de priorizar su representación (el pene como objeto fotografiable), como grado máximo del freakismo de los que renuncian a su vida real para devenir estrellas por un día en la red.
